Cuento: "Ema", por José Luis
Flores
I
No
hay otra forma de decirlo: Knut Hiller, médico de vocación, se enamoró de un
modesto pero hermoso biplano. Esto ocurrió en su primera y última visita a la
feria de la capital, a la que había
asistido más por aburrimiento que por otra cosa, pretendiendo enterarse de las
maravillas del mundo: automóviles, monoplazas, sirvientes mecánicos, máquinas
de contabilidad y un centenar de creaciones que habrían de acompañar al hombre
en un futuro próximo.